El juez federal Julián Ercolini procesó hoy ni más ni menos que a Alejandra Gils Carbó por “administración fraudulenta” en la compra de un edificio para la Procuración General de la Nación (PGN). También la embargó por 7 millones de pesos.
El magistrado también procesó a Guillermo Bellingi, Juan Carlos Thill, Bárbara Jaureguiberry y Adrián Marcelo Fernández Fischer. Al primero lo embargó por 7 millones de pesos y al resto, por 5 millones de pesos. En cambio, declaró la falta de mérito para procesar a Blas Héctor Zurita, Jorge Daniel Domanico, Osvaldo Roberto Leguizamón, Ignacio Costa Urquiza, Pedro Antonio Donato Viceconte y Roberto Daniel Martino.
La jefa de los fiscales, que declaró en indagatoria el 31 de agosto, está en el ojo de la propia Justicia que integra por una trama que incluye irregularidades en el proceso administrativo, comisiones millonarias y hasta un medio hermano de un hombre clave en la PGN.
Todo comenzó en julio de 2013 cuando la Procuración General de la Nación compró por 43.850.000 de pesos el inmueble ubicado en la calle Juan Domingo Perón 667. Gils Carbó, que llegó al cargo tras jurar el 30 de agosto de 2012 ante la expresidenta Cristina Kirchner, mudó allí su despacho.
La primera licitación por el edificio se realizó a finales de 2012 con un presupuesto de 27 millones de pesos, pero la Procuración la canceló supuestamente por falta de recursos. A principios de 2013, llamó a un nuevo proceso, pero esta vez por 43 millones de pesos.
El coordinador del Área de Administración, Guillermo Bellingi, fue el responsable de todo el proceso licitatorio, que fue adjudicado a Arfinsa Argentina Financiera SA. Esta empresa le pagó una comisión de 7,7 millones de pesos por asesoramiento a Jaureguiberry Asesores Inmobiliarios.
A su vez, la presidenta de la compañía, Bárbara Jaureguiberry, le dio 3 millones de pesos por asesoramiento a Juan Carlos Thill.
Resultó ser que el responsable máximo de la licitación, Guillermo Bellingi, es medio hermano de Juan Carlos Thill, uno de los asesores en la operación de compraventa del inmueble. Esa fue una de las claves descubiertas por el fiscal federal Eduardo Taiano, como publicó Infobae. Por eso, Gils Carbó fue desde hoy la primera jefa de los fiscales en la historia argentina en ser procesada por la Justicia.