Cuando una toma alcohol de más se pueden dar las siguientes situaciones:
1. No te podés delinear bien los ojos.
2. No podés pegarte ninguna pestaña postiza.
3. Mareada no podés usar tacos hiper altos para caminar y simplemente parecerás un monstruito rengo. Ni hablar de sacarte algún pelito de la ceja o cara, es más difícil que subir al Aconcagua.
4. Con aliento a whisky seguramente tu lápiz labial se te corra hiper seguido y quede más pegado al vaso que en tus labios.
5. Si tenés nauseas de tanto alcohol, seguramente tus manos están más cerca del estómago o de la boca y no estarán disponibles para emprolijar y peinar tu pelo.
6. Si te levantás después de dormir la mona, tus ojeras no tendrán arreglo por más corrector importado que sea.
7. Si seguís alcoholizada seguramente no te darás cuenta que en tus dientes quedaron unos trocitos de oregano de la pizza que acompañó tus más de 5 chops de cerveza.
8. Si seguís con tu onda drunk-friendly por muchas horas, es probable que tu delineador ya se haya bajado hasta el pómulo y te parezcas más a algún zombie de serie americana que a vos misma.
9. Si tu nivel de alcoholemia es más de 1.9 seguramente no encuentres ni tus maquillajes ni tu cartera, los grandes salvadores de una cara digna.
10. Si el alcohol te invade no pruebes verte en ninguna selfie. Es hiper seguro que salgas desastrosa.
Alcohol mata belleza.
