Alberto Fernández fue jefe de Gabinete de todo el período de Néstor Kirchner. Siguió en el cargo con Cristina Kirchner pero decidió renunciar luego de la crisis con el campo por la Resolución 125. Desde entonces, tuvo una mirada crítica del movimiento que él fundó con los santacruceños.
El viernes, cuando visitaba el Patio Bullrich, una hombre aún no identificado lo increpó gritándole “ladrón y asesino” entre otras cosas. Fernández radicó una denuncia penal y pidió al juez que se identifique al agresor. En diálogo, abordó éste y otros temas. Aquí, parte del diálogo.
-¿Qué mirada tiene hoy de lo ocurrido en Patio Bullrich?
-Por un lado el mal momento, un momento muy injusto. No sé qué me reclamaba ese señor. Fue muy ingrato. Entiendo que alguien pueda pensar distinto a mí, pero corresponde el respeto a ese modo de pensar que tengo. Fue un hecho aislado. Nunca me pasó en los últimos ocho años desde que me fui del Gobierno. No me asusta ni me va a hacer cambiar de posición. A mí no me calló Cristina, menos me va a callar un energúmeno que me grita en Patio Bullrich.
-¿Cómo reaccionó el Gobierno frente al “escarche”?
-El Gobierno se solidarizó conmigo inmediatamente. Lo hizo primero Carlos Melconian y luego Patricia Bullrich. Ahora, es inconcebible que un ministro como Hernán Lombardi diga que todos los kirchneristas son ladrones. Es inadmisible. Debería corregirlo. Eso aumenta la intolerancia.
Es inconcebible que Lombardi diga que todos los kirchneristas son ladrones
-¿Cómo se sale de este clima de intolerancia?
-Entiendo que hay que calmarse. El Gobierno tiene que calmar el terreno e incluso que algunos medios de comunicación también lo hagan. La grieta se cierra calmándonos. Se cierra entendiendo que algunos delinquieron y que deben responder en la Justicia. Se cierra entendiendo que no todos p0r haber apoyado al kirchnerismo son delincuentes. La grieta se cierra de arriba hacia abajo. Al Gobierno parece que le conviene el relato de los hechos de corrupción porque no se habla de lo que está sucediendo que es muy grave. En gran medida, la grieta es funcional a Mauricio Macri y a Cristina Kirchner. Cuando Cristina intenta explicar qué pasó en su gobierno con hechos de corrupción, dice: “Miren lo que está haciendo Macri”. Y a la inversa: cuando el Presidente debe explicar hechos de su gobierno dice: “Miren lo que hizo Cristina con la corrupción”.
-¿Cómo ve los primeros meses de gobierno de Cambiemos con especial mirada sobre el tema tarifario?
-Macri actuó como un médico que tuvo un muy buen diagnóstico y aplicó una pésima terapia para resolver la enfermedad. Y a Macri lo eligieron para que resuelva la enfermedad argentina. Recibió un paciente con 37 de temperatura y ahora tiene 39. Por ejemplo: ¿quién duda de que las tarifas debían ser corregidas? ¿Pero debía hacerse de esta forma? Fue una torpeza. Macri recibió un país con 25 puntos de inflación. Vamos a terminar este año con casi 40. Había 11 millones de pobres a fin del 2015. Ahora se aumentó a 16 millones.
-Luego de 8 años de gobierno de Cristina, ¿cómo calificaría su gestión?
-Cristina hizo un gobierno muy ineficiente. Ocultó la realidad. En su última etapa es muy difícil encontrar algo bueno en su gestión. Hoy el kirchnerismo está en su peor momento, ha ido en permanente retroceso. Me preocupa mucho que se exprese a través de Luis D’Elía o de Guillermo Moreno. Eso es triste. Cristina debe una explicación clara y concreta de lo ocurrido y debe hacerlo en primera persona.