Un terremoto de 6.1 grados de magnitud sacudió el oeste de Japón, dejó 41 heridos y causó la muerte de dos personas, incluida la de una nena de 9 años.
El sismo se registró a las 07.58 de Japón, con hipocentro a 13 kilómetros de profundidad en la prefectura de Osaka, en la isla de Honshu -la mayor del archipiélago nipón- y a unos 500 kilómetros al oeste de Tokio, informó la Agencia Meteorológica (JMA).
El temblor, a pesar de su intensidad, no activó la alerta de tsunami. La JMA marcó en un primer momento la escala de 5.9 grados, aunque luego lo actualizó en 6.1.
La cadena pública NHK informó de que un nena de nueve años murió en Osaka a consecuencia del fuerte temblor después de que se derrumbara el muro de una pileta por la que pasaba. Además, numerosos edificios en las ciudades de Osaka y Takatsuki se derrumbaron e incendiaron y varias personas quedaron atrapadas.
El terremoto causó la suspensión del servicio de tren bala en la zona, lo mismo que ocurrió con los servicios ferroviarios locales en las prefecturas de Osaka, Shiga, Kioto y Nara. El aeropuerto de Kansai (Osaka), el más importante del oeste de Japón, fue cerrado mientras se revisaba el estado de sus pistas.
Por su parte, las autoridades informaron que ninguno de los 15 reactores con los que cuenta esta región están afectados. Según señaló la Agencia Meteorológica nipona, es la primera vez que la prefectura de Osaka registra un terremoto de esta intensidad desde que en 1923 se empezaran a registrar estos datos.
Japón está ubicado sobre el Anillo de Fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo. Por esa circunstancia sufre terremotos con relativa frecuencia por lo que las infraestructuras están especialmente diseñadas para aguantar los temblores.