El propio centro marino explicó que durante una comprobación rutinaria del tanque de los pulpos comunes quedó entreabierta una de las tapas. Inky aprovechó el despiste durante la noche para escalar hasta salir de su acuario, después se arrastró varios metros por el suelo hasta que dio con un tubo de drenaje que desemboca en la Bahia de Hawke. Creen que el animal recorrió los 50 metros de tubería hasta llegar al mar.
El director del acuario, Rob Yarrel, explicó a los medios locales que se dieron cuenta de la fuga al ver los rastros del pulpo por el suelo. “Los pulpos son famosos artistas del escape. No creo que Inky estuviera descontento con nosotros, pero los pulpos son criaturas solitarias y tienen una personalidad que les hace animales muy curiosos”.