El deterioro de los ingresos es cada vez más notorio. En 2013, los más pobres destinaban menos de la mitad de sus ingresos para poder comer. La pérdida de poder adquisitivo del salario promete profundizarse este año.
En los dos años y medio que Mauricio Macri lleva al frente de la Casa Rosada la inflación acumulada llega al 97%. En ese mismo periodo los salarios crecieron a un ritmo menor generando así una fuerte pérdida del poder adquisitivo del salario.
Como de costumbre quienes más sufrieron este impacto son los sectores de menores ingresos. Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en base a datos oficiales del INDEC advierte que el primer quintil (el 20% de la población más pobre del país) pasó de destinar en 2013 el 47% de sus ingresos a la compra de alimentos a tener que invertir este año el 85% de sus ingresos para poder comer.
Mientras el último quintil (el 20% más rico) destinaba en 2013 el 16% a comprar alimentos, este año destina el 28%.
Este año la situación podría agravarse todavía más. Es que el gobierno Macri impuso este año un techo del 15% a las discusiones paritarias. Muchos de los gremios mayoritarios cerraron acuerdos con esta pauta y el escenario inflacionario anticipa una nueva pérdida en el poder adquisitivo del salario incluso más profunda que la experimentada en 2016.
Mientras que en el primer año de gestión de Cambiemos los salarios perdieron en promedio un 10% de poder adquisitivo este años se anticipa una inflación del orden del 32% con muchos acuerdos paritarios cerrados en el 15%.