Los atletas que participen de las pruebas en aguas abiertas en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que se iniciarán el 5 de agosto, deberán exponer sus cuerpos a posibles enfermedades. La contaminación ambiental del espacio donde se realizarán podría afectar a los deportistas.
En diálogo con el New York Times, el médico brasileño Daniel Becker describió a la situación como “triste e inquietante” y fue contundente: “Los atletas extranjeros nadarán, literalmente, en mierda humana. Y estarán en riesgo de sufrir alguna enfermedad”.
Estudios hechos hace poco tiempo en la Bahía de Guanabara (allí se llevarán a cabo varias pruebas) indicaron la presencia de rotavirus que provocan diarreas y vómitos, más superbacterias que resisten a medicamentos.
Uno de los integrantes del equipo de vela de Alemania, Afrodite Zegers, explicó que tomará precauciones a la hora de competir: “Tenemos que mantener la boca cerrada cuando el agua salpique”. Las bacterias mencionadas pueden causar infecciones urinarias, gastrointestinales, pulmonares y en las vías circulatorias. En casos extremos, pueden desembocar en la muerte.
Las autoridades de Brasil se habían comprometido a purificar el agua de la Bahía hace varios años, pero los últimos exámenes realizados afirman que la contaminación persiste y los riesgos crecieron.