El Centro Provincial de la Mujer (Cepromu), funciona desde el año 2014 en la ciudad de Eldorado y desde entonces es referencia para la detección, atención y contención de los casos de violencia de género y abusos sexuales a niños, niñas y adolescentes.
El Cepromu, según se indica, es de los pocos lugares que posee un equipo interdisciplinario que detecta, atiende y contiene a víctimas de violencias de género de varias localidades de Misiones, sobre todo en la Zona Norte.
El centro funciona en el kilómetro 10, en una casa alquilada por el Gobierno provincial, y depende del Ministerio de Salud Pública, y es dirigido por la médica Miriam Blas, con un equipo interdisciplinario integrado por la psicopedagoga, Bárbara Benedetto; la psicóloga Celeste Ciancio; la psicóloga social, Marcela Rivero; el abogado, Nelson Díaz; el asesor legal, Diego Larcher, y los administrativos, Paulina Kapshala y Marcelo Rivero.
En el área sanitaria cuentan con el apoyo del Hospital del Samic de Eldorado.
“Tratamos de cubrir toda la provincia; pero es muy difícil. También es cierto que los casos no nos llegan, sino que nosotros vamos a buscarlos tratando de contener a las mujeres, a los niños, y a la familia que suele ser víctima”, explican.
Con algunos miembros de esa institución se reunió la diputada provincial, Myriam Duarte, interesada por el trabajo que realizan con las víctimas de violencia de género
Los casos y las escuelas
En la sede en la que funciona, se lleva un registro de 600 familias contenidas por el Cepromu, y cuyas situaciones fueron denunciadas en estos dos años. Tienen casos de San Antonio, San Pedro, Iguazú y Bernardo de Irigoyen, algunas de las jurisdicciones que abarcan. “Nuestro trabajo tendría que ser sólo en Eldorado; pero tratamos de esparcimos, y el lugar donde más situaciones de abuso encontramos es en las escuelas”.
El año pasado trabajaron con una estadística de 41 casos de abusos sexuales en niños y niñas, y a la fecha llevan 18 situaciones de abuso entre niñas y niños, y la mayoría de esos casos los detectaron en las escuelas públicas.
El equipo trabaja en conjunto con los Ministerios de Educación, Salud Pública y Acceso a la Justicia. Un eje fundamental es la jueza de Instrucción 2 de Eldorado, Nuria Allou, ya que funcionan así: una vez que captan los casos de abuso; hacen la denuncia y comienza una investigación, y desde el Cepromu realizan el seguimiento y tienen la confianza que la jueza impartirá Justicia. “Para nosotros, la doctora Allou es una pieza muy importante en la Justicia. También trabajamos con la oficina de Acceso a la Justicia que nos da una gran ayuda, lo mismo que la Defensoría”, cuenta Paulina Kapshala.
La educación sexual integral
Con respecto a la educación, Kapshala sostuvo la importancia y la necesidad de la implementación de la Ley de Educación Sexual Integral, tratando de romper un poco el mito de que la educación sexual sólo es la genitalidad, “cuando en realidad el espíritu de la Ley va totalmente por otro lado; pero además más allá de la misma Ley de Educación Sexual Integral (ESI) están las obligaciones legales de toda la Administración Pública, y la sociedad debe saber que cualquier agente público está obligado a hacer la denuncia ante un caso de abuso infantil”.
“Me parece que hay que trabajar mucho más desde el Ministerio de Educación, y que los directores y directoras también se sientan respaldados desde el organismo”, reclamó Paulina.
Desde el año pasado, la coordinadora del ESI, Olga Ferreyra recorre la provincia; entonces, en cada escuela que van imparten lo que es prevención de violencia de género y trabajan en conjunto.”O sea todo lo que se puede enmarcar en la tarea de prevención más que nada, y llegar sobre todo a rescatar a esos niños que están en estado deplorable. Justamente la idea es tratar de evitar que la situación desfavorables lleguen a mayores”.
Prevención en las escuelas
Para la joven trabajadora comprometida con su tarea, hay una cuestión que le genera mucha esperanza. “Pertenezco a la Red de Radios Escolares y Comunitarias, hace muchos años que participo de las reuniones que se hacen en la Red y en los encuentros anuales. Y el año pasado a demanda de las niñas, de los chicos en general; pero sobre todo de las niñas de la Zona de San Pedro, Pozo Azul, Siete Estrellas, abordamos el tema de la violencia de género, justamente porque los chicos de esa zona viven la violencia como una cosa que muchas los lleva a la muerte por la cantidad de casos que ellos mismos conocen en sus casas, en su propia familia”, enumeró Kapshala.
Además como es una zona caliente de trata de personas, “notamos un gran nivel de concientización y de preocupación de los chicos por el tema, y estamos hablando de niños de 8, 9 y 13 años. Tratamos de trabajar también en conjunto con el Cedronar todo lo que son adicciones; tratar de solucionar el problema y ayudar, porque para eso estamos”.
El presupuesto del Cepromu depende del Ministerio de Salud Pública. Sus integrantes sueñan con tener una institución propia, una casa grande y segura en la que la gente pueda quedarse cuando lo necesita. “Y que esto se replique también en los municipios, o que a cada cierta distancia exista un Cepromu. Eso sería lo ideal”, dice.