Hoy, a dos días de la tragedia, comienzan a aparecer las historias de vida de los cinco agentes de la Policía de Dallas que fueron asesinados en medio de una manifestación pacífica organizada por el movimiento Black Lives Matter.
La de Patrick Zamarripa es una de ellas. Este joven mexicano, una de las víctimas de Micah Johnson -el joven negro de 25 años que carecía de antecedentes policiales pero que en esa protesta convocada en honor a los dos afroamericanos que la semana pasada fueron asesinados por policías sin justificativo asesinó a cinco agentes-, hacia ya cinco años que había tomado una decisión para cambiar su vida: abandonar el Ejército, irse de Irak , dejas atrás la guerra, para volver a Estados Unidos , estar cerca de su familia y por qué no formar la suya.
En una nota publicada por el diario español El País, el padre de Zamarripa contó que su hijo quería casarse, tener hijos y no faltar a ningún partido de los Cowboys. “Le encantaba ser marine y ahora policía. Fue varias veces a la guerra. Me enseñaba fotos de helicópteros y tanques. Estaba muy orgulloso. Pero ha tenido que morir aquí, por los disparos de un loco”, contó con tristeza Rick sobre Patrick.
Ahora, su familia sólo piensa en ayudar a la viuda y los dos hijos que deja el policía, que murió a los 32 años por culpa de una bala que el chaleco no pudo frenar y que lo hirió en la axila.
Patrick era uno de los 500.000 latinos que viven en Dallas, una de las capitales del país que mayor porcentaje de población de origen hispano registra. De hecho, en la ciudad hay una zona bautizada como Little México .
La familia Zamarripa viene de Monterrey, lugar que el abuelo de Patrick abandonó en los años 20 para buscar una vida mejor y trabajar en las vías del ferrocarril, al otro lado de la frontera. Y si bien Patrick nació en Estados Unidos, jamás quiso dejar atrás o ignorar sus raíces. Su familia cuenta que aunque no hablaba español, mantenía bien alimentadas sus raíces.
“No eres un verdadero latino hasta que no vas a un concierto de Michael Salgado”, había tuiteado Patrick tiempo atrás.
“Era un poco tímido y muy perfeccionista. Muchas veces cuando venía a casa nos poníamos a arreglar alguna mesa o dejar bonito el jardín”, aseguró sobre su personalidad su padre.
Siguen las protestas
Anoche, tuvieron lugar varias manifestaciones en distintas ciudades estadounidenses, en donde se registraron nuevos casos de agresión contra la Policía.
En la ciudad de Saint Paul, estado de Minnesota, se registraron disturbios y detenciones durante una manifestación de protesta de defensores de los derechos civiles contra el asesinato de Philando Castile, abatido por agentes en la noche del miércoles.
La Policía local informó en Twitter que al menos cinco agentes habían resultado heridos, ninguno de ellos de gravedad. Según la fuerza, los uniformados fueron atacados con piedras, botellas y petardos.
En San Antonio se produjeron varios disparos contra el cuartel general en el centro de la ciudad texana. La Policía, citada por la emisora local KSAT, dijo que algunos de los disparos habían impactado en el edificio y que un sospechoso había sido detenido.
Las protestas en Estados Unidos contra la violencia policial se desataron tras la muerte de dos afroamericanos a manos de policías en los estados de Minnesota y Luisiana.