Al mismo tiempo que las capas de hielo se derriten y el mundo natural comienza a sufrir sus consecuencias -que se extienden como un reguero de pólvora- las declaraciones de científicos de que el cambio climático está ocurriendo más rápido de lo esperado empezaron a manifestarse en la realidad. Los efectos del calentamiento global pusieron en peligro a algunos de los destinos turísticos, y algunos hasta pueden llegar a desaparecer en su totalidad.
Una reciente encuesta de la Universidad de Queensland, publicada por el Journal of Sustainable Tourism, reveló que un número creciente de turistas de todo el mundo está viajando a Australia para conocer y explorar el maravilloso oasis natural de la Gran Barrera de Coral, ya que temen su extinción debido a los efectos del calentamiento global. Se ubica en el mar del Coral, frente a la costa de Queensland, Australia.Cuando se la observa desde la distancia, es posible comprender su magnitud. Se extiende a través de 2.600 kilómetros, es más grande que la Gran Muralla China y es el único ecosistema visible desde el espacio.
La Gran Barrera de Coral es una de las siete maravillas naturales del mundo. Es un ecosistema rico en especies marinas que está compuesto de 3 mil sistemas individuales diferentes de arrecifes y cayos de coral. Y la mitad de este lugar ya no existe debido a tres décadas de agua oceánica cada vez más cálida, contaminación, desarrollo inmobiliario en las costas y la aparición de especies invasivas y agresivas, como algunos tipos de estrellas de mar. Este año, sin embargo, el arrecife sufrió su peor evento de “blanqueo” de la historia, lo que dañó más del 90% de su extensión.
Los Alpes
Esta cadena montañosa europea se convirtió a través de los años en la meca de las actividades invernales, en especial la práctica de esquí. Se expande a lo largo de ocho países y es el proveedor de algunas de las pendientes más buscadas del planeta. Con temperaturas cada vez más elevadas, un gran derretimiento de la nieve está acortando más y más las temporadas para los deportes invernales. Muchos de sus resorts tuvieron que compensar ofreciendo tratamientos de spa y actividades al aire libre como cabalgatas por las montañas o tenis para atraer a más visitantes en temporada baja.
Venecia, Italia
Venecia, esa ciudad de canales, puentes y callecitas que se prestan para perderse y encontrar maravillas ocultas de la gran masa que inunda sus orillas continuamente, es una maravilla terrenal. Es imposible caminar por La Serenissima y no ser seducido por su encanto anacrónico. Y en un lugar que posee una relación tan simbiótica con el agua, los residentes ya se acostumbraron a sus cada vez más frecuentes inundaciones. Pero, a medida que crecen los niveles oceánicos, Venecia se acerca a inundaciones más serias. Los activistas locales invierten energía y dinero a sistemas antiinundaciones cada vez más modernos, pero sólo el tiempo dirá si de verdad tendrán resultado.
La Amazonia
La selva amazónica es el bosque tropical más extenso del mundo y cubre cerca del 40% de América del Sur. Son muchas las maravillas que se pueden encontrar entre su vegetación, desde el jaguar, el delfín rosado y especies fantásticas de tucanes. Sin embargo, a pesar de su gran tamaño, el cambio climático convirtió al Amazonas en un hábitat frágil. Sequías severas dejan pelados a ciertas especies de árboles, vulnerables a la intemperie y más susceptibles a los incendios forestales.
Napa Valley
Más de 400 bodegas producen en el suelo fértil de Napa Valley, en la Bay Area de California, de las cuales el 95% se trata de emprendimientos familiares. Es una de la mayores regiones de producción de vino de Estados Unidos y una de las más importantes a nivel global. Pero, como también ocurre con el Valle del Rhin, la temperatura está atravesando un cambio que podría alterar la industria vinícola, desde épocas más cálidas de lo habitual hasta sequías.
Las Maldivas
En este paraíso del Océano Índico de más de 1.200 islas se encuentran algunas de las playas más imponentes del mundo y también los hoteles más espléndidos. Sólo el 1% de la superficie total del país (90.000 kilómetros cuadrados) está situada por encima del mar, con una altitud media de 2 metros. Esto hace que su futuro entre en peligro, y se teme que desaparezca debido a las mareas crecientes.
Alaska
A mediados de este siglo, la localidad de Barrow y los ocho pueblos a su alrededor estarán bajo el agua. Quedarán sumergidas las casas, la tundra y los caminos que atraviesan esa remota zona de Alaska, en Estados Unidos, a unos 500 kilómetros al norte del círculo ártico. Ninguna obra pudo –ni el dragado del suelo, ni los muros de contención- frente a la arrolladora realidad: el agua avanza, bajo el efecto del cambio climático.