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Cítricos:
Naranjas, pomelos, limones… consumirlos a diario fortalece nuestro organismo y refuerza nuestras defensas naturales evitando las infecciones más comunes, como los resfriados. Además actúan como un excelente “producto de belleza” ya que contribuyen al mantenimiento de una piel saludable y bella por su efecto antioxidante. Si tienes la piel seca o deshidratada, apúntate al zumo natural de cítricos y aumenta tu dosis de vitamina C diaria, los resultados son evidentes en poco tiempo.
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Manzanas:
Y como dice el refrán: “An apple a day keeps the doctor away (una manzana al día mantiene al médico lejos de ti)”, consumir una manzana a diario aporta infinidad de beneficios a nuestra salud. Si tienes problemas de estreñimiento, toma una manzana cada día, eso sí, siempre con piel, ya que si se la quitas el efecto es el contrario, por eso se aconseja su consumo en caso de diarrea. Además es una fruta excelente para el control del peso pues apenas aporta calorías y tiene un gran efecto saciante, así que, si quieres controlar la báscula, a comer manzanas entre horas.
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Frutos secos:
Si te notas cansada o te cuesta trabajo acabar la jornada, introduce los frutos secos en tu dieta pues son una importante fuente de energía para afrontar el día sin cansancio. Como tentempié son muy aconsejados ya que contribuyen a mitigar la sensación de hambre evitando que comamos productos menos saludables, como la bollería industrial, y podamos controlar la báscula. No es necesario ingerir grandes cantidades de frutos secos para conseguirlo, un puñadito al día es suficiente pues, si nos pasamos con la ingesta, podemos tener el efecto contrario y aumentar de peso ya que se trata de un producto calórico si se consume en grandes dosis.
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Cebolla:
Si tiendes a la retención de líquidos, la cebolla puede ser tu aliada, incorpórala en tus menús diarios y, si es cruda en ensalada, mejor. Uno de sus múltiples beneficios es el efecto diurético que posee lo que te ayudará a eliminar líquidos en caso de problemas de retención o edemas. Si estás resfriada o tienes tos, aprovecha su efecto expectorante y confía en el “remedio de la abuela” que habrás escuchado mil veces y que consiste en partirla y colocarla al lado de la cama durante la convalecencia, verás cómo te ayuda a descansar.
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Pescado Azul:
Si te cuesta conciliar el sueño o tienes despertares frecuentes durante la noche, prueba a cambiar tu menú para la cena e introduce alimentos como el pescado, la leche o los plátanos pues estimulan la síntesis de sustancias que ayudan a la relajación. El pescado azul tiene grasas saludables que evitan que aumente el colesterol y ayudan a controlar la presión arterial lo que conlleva un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Su consumo también mantiene tus huesos sanos y fuertes y, además, tiene un bajo aporte calórico, por lo que sólo obtendrás beneficios si lo consumes.
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Tomate:
¿problemas con la vista? La fama de la zanahoria es merecida pero el tomate también es un excelente alimento que mejora la visión por su elevado contenido en vitamina A. Protector del corazón, antioxidante, diurético y eficaz producto de belleza por las vitaminas y minerales que posee.