41% de aumento para las canastas navideñas y el Gobierno negocia rebajas con los súper

Lo detectó un relevamiento realizado por Clarín sobre 53 productos. Es la suba más alta registrada en los últimos 14 años. Las mayores alzas se dan en carnes y bebidas.

El peceto para el vitel toné, el pollo para la mayonesa, el helado para el postre, el pan dulce, la sidra… La celebración de Nochebuena, con todas sus tradiciones, se traduce en una larga lista de supermercado. Y esa lista, en un ticket que este año será bastante más pesado de pagar porque los componentes de la cena navideña llegaron a las góndolas con subas que promedian el 40,7%.

La conclusión surge de un relevamiento de Clarín en cinco cadenas de supermercados porteñas sobre una canasta de 53 productos que incluye desde los ingredientes más típicos de las entradas, los platos principales y los postres, hasta las bebidas del brindis y los dulces de la sobremesa.

Con mucho impulso de bebidas y carnes, el nivel de incrementos de este año resultó el más grande registrado por este medio y por entidades de consumidores en los últimos 14 años. El antecedente más cercano es el de 2014, otro año de alta inflación, cuando las subas habían promediado el 38%. Desde entonces, hacia atrás, hay que remontarse hasta el 2002 para detectar un salto mayor.

Los precios de la canasta siguieron este año el rumbo de la inflación general, que en la Ciudad acumula 41,3% anual para alimentos y bebidas, y 59% para las bebidas alcohólicas. Las cervezas, en la medición oficial porteña, están hoy 58,8% más caras. Y los vinos cuestan 60,3% más.

El alcohol, justamente, estuvo entre lo más afectado de la canasta relevada. El vino de mesa Termidor, a $ 18 hace un año, cuesta ahora $ 38,50 (114% más). En botella, un blanco Norton pasó $ 38,45 a $ 57 (48%) y un tinto de marca Aberdeen Angus se fue de $ 37,80 a $ 59,25 (57%).

En espumantes se hallaron subas que llegan al 51% en el caso del Fresita, antes a $ 88,50 y ahora a $ 134. Para las sidras y el ananá fizz, el promedio fue de 42% y ahora las botellas de primera marca, de etiqueta blanca, ya arañan los $ 45. Las gaseosas no se quedaron atrás, lideradas por la Coca Cola, cuya presentación de 2,25 litros estaba en $ 30,15 hace un año y ahora promedia los $ 49,90 (64% más).

También se sentirá la diferencia en carnes, un rubro de gran peso en el ticket. En especial porque el pollo y los cortes vacunos más tradicionales subieron 45%. El kilo de pollo entero promedia ahora $ 34,85, frente a los $ 24 de hace un año. El asado, lejos de los $ 91 anteriores, se paga ahora a $ 131 el kilo. Y el peceto, antes a $ 143, se vende por $ 187.

Entre las frutas, se detectaron subas del 40% en banana, 58% en durazno, 69% en naranja y 88% para la manzana roja, ahora a $ 32,70 el kilo. El melón blanco subió 126%. Los vegetales estuvieron algo más calmos, aunque el tomate escaló un 35% y la jardinera en lata de primera marca, un 64%.

Para ofrecer un pan dulce de marca líder habrá que prever entre $ 65 y $ 100, y alrededor de $ 45 por un budín, con subas del 21 al 41% en ambos productos, según la marca. Más afectadas estuvieron las confituras, con saltos de hasta 41% en postres de maní (el Nucrem pasó de $ 11,89 a $ 16,80), de hasta 43% en garrapiñadas (las Bariloche de 120 gramos, de $ 10,75 a $ 15,39) y turrones como el Maní Fiesta que pasaron de $ 8 a $ 13 (63% de incremento).

A contramano, la carne porcina -cortes frescos, lechón, jamón feteado- tuvo subas en torno al 23%. Las frutas en conserva y las nueces tendieron a mantener los precios y el helado artesanal se encareció un 21% (el kilo ahora promedia $ 267).

Frente a los números, la Secretaría de Comercio comenzó esta semana a conversar con las cadenas de supermercados para lanzar una canasta económica. Y es que los combos más baratos lanzados en los últimos días por las cadenas casi no bajan de $ 100 (ver aparte).

Clarín calculó que, con los precios actuales y marcas líderes, los ingredientes de una cena para cinco personas saldrán esta vez $ 785 con entrada de melón con jamón y tomates rellenos con atún, peceto al horno con papas, vino de mesa y gaseosa, y postre de duraznos en almíbar con helado artesanal. Si luego se brinda con champán y se ofrece pan dulce, budín, turrón, garrapiñadas y nueces, habrá que agregar otros $ 360.

En total, ese festejo costaría casi $ 1.150, sin contar regalos ni fuegos artificiales. Ahora, si el peceto se cambia por pollo al limón, el champán por sidra económica, si se compra helado de supermercado y se eligen marcas de menor costo, el gasto puede bajar a $ 750, unos $ 150 por persona. Con la mano en el bolsillo, tocará definir el menú. Hay tiempo para meditarlo: para Navidad todavía faltan cinco semanas.

Por: Martín Grosz