La fecha busca aumentar la conciencia global sobre esta patología potencialmente devastadora y hacer hincapié en la importancia de la vacunación como la principal estrategia para prevenir esta infección.
En este día se realizan diversas actividades para informar a la población a nivel mundial sobre la importancia de la prevención de esta enfermedad mediante la vacunación.
La meningitis es una enfermedad consistente en la inflamación del tejido delgado que rodea la médula espinal y el cerebro. Se trata de una infección bacteriana grave que puede causar importantes daños cerebrales incluso la muerte en un 50% de las personas que no son tratadas.
Causada por la “Neisseria meningitidis” o meningococo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define a esta dolencia como una infección bacteriana severa de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal, llamadas meninges.
La bacteria se transmite entre personas por medio de secreciones respiratorias o de la garganta y la acelerada propagación se produce por el contacto estrecho y prolongado a través de besos, estornudos, tos, dormitorios colectivos, vajillas y cubiertos compartidos con una persona infectada.
El número 24 cobra gran importancia porque puede llegar a ser una enfermedad devastadora en 24 horas, de ahí la importancia de la vacunación y prevención frente a la misma.
Síntomas de la meningitis
Entre los síntomas más frecuentes que puede causar la meningitis se encuentran:
Cefalea.
Vómitos.
Sarpullido.
Somnolencia.
Fiebre elevada.
Fotosensibilidad.
Rigidez de nuca.
Prevención de la meningitis
La Organización Mundial de la Salud pretende hacer frente a esta grave enfermedad mediante la vigilancia, detección e investigación de los casos que ocurren a lo largo del planeta.
Por ello es muy importante la vacunación para prevenir y evitar que la enfermedad se convierta en una epidemia, sobre todo en aquellos lugares en los que se registra una mayor frecuencia como por ejemplo el cinturón de la meningitis de África que se encuentra entre Senegal y Etiopía.
En la actualidad existen tres tipos de vacunas utilizadas para controlar la enfermedad:
Vacunas conjugadas contra los meningococos del grupo A.
Vacunas conjugadas contra los meningococos del grupo C.
Vacunas tetravalentes (Grupo A, C, Y, W135).
Vacunas a base de polisacáridos meningocócicos