La identidad de género representa un derecho que alcanzó ese reconocimiento después de años de lucha. Tal es así que van en aumento tanto las consultas para acceder al trámite en el Registro de las Personas como también la demanda de cirugías para cambio de sexo en el hospital público.
En cuanto al proceso administrativo, se registró en lo que va del año once pedidos de cambio de género cuando en todo 2017 la cantidad fue de diez.
“El año pasado, seis pasaron a ser femenino y cuatro a masculino; y en este 2018 siete pasaron a ser femeninos y cuatro a masculinos” describió la titular del Registro de las Personas en la provincia, Alejandra Soto, en diálogo con El Territorio.
La legislación contempla que los mayores de 18 años pueden adecuar toda la documentación con el nombre a elección en forma gratuita, sin orden judicial y sin tener que acreditar operación de los órganos genitales. También pueden solicitar este trámite los menores con autorización de sus padres.
Desde que se sancionó la ley, en 2012, hasta la actualidad hubo 96 cambios de identidad de género. Es decir, ciudadanos que solicitaron tener en su documento nombre de mujer o bien viceversa.
El trámite por cambio de género demanda 48 horas por ser considerado preferencial. “Se genera una nueva partida de nacimiento y se bloquea la partida anterior, esta última puede ser consultada por orden judicial o por orden del interesado”, había explicado Soto.
Para tener una idea de la importancia que reviste la ley, en el primer año de haber sido sancionada, cerca de 3000 personas trans accedieron al reconocimiento de su identidad por vía administrativa. Esto es, tienen su nuevo DNI con el nombre que las representa desde hace años.
Por Griselda Acuña