Todos quieren develar -o al menos conocer- el secreto del paso del tiempo. Y más aún saber si existe algún “atajo” para prevenir el envejecimiento precoz. Y allí se erige el cuerpo humano, un conjunto de células que a su vez forman tejidos y éstos forman órganos.
El ingeniero inglés Aubrey de Grey, experto en gerontología y líder de la Fundación para la Investigación de la Senescencia Negligible Ingenierizada (SENS) está más cerca que el resto de los mortales de conseguir develar el misterio. Según sus experimentos, el ser humano podría llegar a vivir miles de años.
Los tratamientos antiage de hoy nada tienen que ver con la cirugía estética, ni con intervenciones quirúrgicas invasivas. Del bótox, una técnica naturalizada, se habla poco. La idea es frenar el proceso natural del paso del tiempo, alimentando a las células y mejorando la calidad de vida del paciente a través de suplementos y pastillas con componentes naturales, dieta, actividad física y, por supuesto, un conjunto de horas de sueño adecuadas (no menos de 8).
Uno de los grandes expertos en los métodos antiage actuales es el doctor Ángel Durántez, especializado en Medicina del Deporte y Age Management. Según Durántez, para descubrir qué requiere el paciente, se extrae sangre y se analiza su orina, y realizan preguntas para conocerlo a fondo: “¿Quién sos? ¿Qué te duele? ¿Qué querés mejorar en tu vida? ¿En qué trabajás? ¿Cómo gestionás el estrés? ¿Estás divorciado? ¿Tenés hijos? ¿Qué deporte practicás?”.
En primera persona
El periodista madrileño de 48 años, Juan Fornieles, decidió comprobar si de verdad alguien como él puede beneficiarse con un método antiage más natural, y así mejorar su calidad de vida actual. Optó por probar uno de los tratamientos antiaging que están de moda en Madrid, en la célebre y prestigiosa clínica Neolife, por la que pasan las personas más ricas del país, ejecutivos, escritores y políticos. Y su experiencia fue completa.
La nueva corriente antiaging propone realizar pruebas para evaluar la función neurocognitiva, a través de juegos y test informáticos. Todo esto para anticipar la llegada de enfermedades degenerativas como el Alzheimer o Demencia. Luego pasan al gimnasio para hacer un examen de fuerza y probar la proeza en la bicicleta para el test cardio-respiratorio.
Realizan una “sesión de fotos” con el fin de obtener un estudio morfológico de imagen, plicometría, análisis de grasa corporal, interpretado por un médico clínico y un nutricionista. Y así se organiza una dieta para que se llegue al peso ideal de cada persona. También se recetan vitaminas o pastillas para el colesterol, si son necesarias.
Existe también una prueba un tanto curiosa para analizar el ciclo del sueño: cada 3 horas, durante todo un día, el paciente debe tomar una muestra de saliva que luego analizan. En el caso de Fornieles desde el Centro de Investigación Biomédica de Granada le diagnosticaron “una tendencia hacia un aumento del estrés oxidativo e inflamatorio”, por lo que se le prescribió una cápsula diaria de melatonina de 30 miligramos y otras dos de ubiquinol -un nutriente para combatir los radicales libres más conocido como Coenzima Q10-.
Instan a cambiar los hábitos alimenticios y abandonar el pan y el alcohol y no pasarse demasiado con el azúcar. Recomiendan la ingesta de verduras y proteínas limpias. Se prescriben suplementos en pastilla para complementar: multiminerales, multimivitaminas, levadura roja de arroz, complejo B, coenzima Q10, cúrcuma, vitamina D, saw palmeto, probióticos y omega 3. Además, se requiere un entrenamiento físico para aumentar la fuerza y ser más flexible.
¿Cuáles son algunos de los suplementos recomendados? El médico especialista en antiaging Rubén Mühlberger recomendó cinco a Infobae:
-Aceite de pescado
El aceite de pescado es una buena fuente de Omega 3extraído del salmón, la caballa, el arenque y la sardina. Son excelentes para la artritis y artrosis, la piel y el sistema nervioso general.
-Ginkgo biloba
Este árbol ornamental se originó en China hace miles de años. El extracto de sus hojas es un poderoso producto herbal de los más populares en el mundo. Mejora la circulación de la sangre, aumenta el oxígeno en el corazón, cerebro y en todo el cuerpo. Es bueno para la memoria, el vértigo, la sordera, la impotencia y la enfermedad de Raynaud -un trastorno vasoespástico-. También, controla el avance de la enfermedad de Alzheimer.
-Ginseng
Se utiliza en el lejano Oriente como tónico para controlar la debilidad y aumentar la energía. La firma china o coreana es la más usada. Favorece el funcionamiento de las glándulas sexuales y endocrinas de todo el cuerpo. Combate la fatiga, rejuvenece, favorece la longevidad, desintoxica y normaliza todo el organismo. “Aconsejo el método ruso que consiste en tomar entre 15 a 20 días y luego descansar dos semanas. No recomiendo dosis altas durante periodos largos”, aclaró el especialista.
-Aceite de prímula
Es rico en ácidos grasos esenciales. Proviene de una planta originaria de América del Norte. Las semillas de onagra o prímula se someten a presión en frío obteniéndose un aceite que se destaca por sus propiedades medicinales y curativas. Previene el endurecimiento arterial, enfermedades del corazón, alivia la tensión premenstrual, la hipertensión arterial, alivia los dolores y la inflamación. Favorece la liberación de hormonas sexuales estrógenos y testosterona. Mitiga los sofocos de calores de la menopausia .
-Lecitina
Es una especie de lípido o ácido graso que necesitan todas las células del cuerpo humano. Las membranas celulares en gran parte se componen de lecitina. Es protectora del cerebro, de los nervios y músculos. Es un lípido pero se disuelve en agua. Previene la arteriosclerosis, protege de las enfermedades cardiovasculares, repara el daño del hígado por el alcohol y ayuda a eliminar el colesterol del cuerpo. A pesar de que es conocido como derivado de la soja, la mejor lecitina es la del huevo de la yema. Es decir, se extrae del huevo. “Es muy buena para el cansancio crónico que envejece”.