No se trata sólo de terrorismo. En las últimas semanas, tanto Europa como los demás continentes se vieron sacudidos por hechos de violencia que desataron el temor y reconfirmaron que el mundo ya no es el mismo.
Niza sólo fue el puntapié inicial de una seguidilla que nadie sabe bien cuándo podría terminar.
El ataque del 14 de julio
Fue el hecho más espeluznante de los últimos meses. Por lo sangriento, por lo sorpresivo, por lo letal. Mohammed Lahouaiej Bouhlel, un tunecino de 31 años embistió con un camión a una multitud en la ciudad francesa de Niza y causó 84 muertos y 202 heridos, justo en el día en que el país celebraba un nuevo aniversario de la toma de la Bastilla.
El agresor ni siquiera necesitó acceder a rifles de guerra o explosivos. Mató con un arma tan simple como un camión frigorífico alquilado. A fuerza del tamaño, burló la vigilancia policial que rodeaba el Paseo de los Ingleses, cortado al tránsito por la fiesta nacional francesa, y atropelló a niños y adultos, a hombres y mujeres.
Con un hacha
El lunes 18 de julio, un refugiado afgano de 17 años hirió a cuatro personas cuando desató el terror sin mediar palabra con un hacha y un cuchillo en un viaje de un tren regional.
El hecho tuvo lugar en la ciudad bávara de Wurzburgo y pese a que en un momento el atacante logró escapar, en la huida se cruzó con miembros de una fuerza especial de la Policía que lo abatieron a tiros al ver que intentaba atacarlos a hachazos.
Violencia en un shopping
Sólo tenía 18 años. El joven germano-iraní Alí David Sonboly, que el viernes 22 de julio abrió fuego en medio de un centro comercial de la ciudad alemana y asesinó a 9 personas -la mayoría de ellos menores de edad- era demasiado joven para la masacre.
Sin embargo, angustiado por una historia de burlas e inestabilidad psíquica, decidió hackear una cuenta de Facebook, armar una trampa para citar en el lugar a sus víctimas, y suicidarse a las dos horas de la masacre.
Un sirio suicida
“Una explosión provocada de manera voluntaria”. Así definieron desde el Ministerio de Interior de Baviera al incidente que tuvo lugar el 24 de julio cuando un sirio de 27 años al que le habían negado la solicitud de asilo se inmoló e hirió a unas 15 personas al hacerlo.
Lo hizo delante de un restaurante de Ansbach (sur de Alemania) con el objetivo de irrumpir en medio de un recital en el que participaban cerca de 2.500 personas, que disfrutaban ese fin de semana de un festival de música.
Ataque con un machete
También ocurrió el 24 de julio. Un solicitante de refugio proveniente de Siria, de 21 años y con antecedentes policiales, mató con un machete a una mujer e hirió a otras dos personas en la ciudad de Reutlingen, suroeste de Alemania.
Antes del hecho, varias personas llamaron a la Policía para alertar sobre la presencia de un hombre que se estaba peleando con una mujer cerca de la estación de micros. Pero no alcanzó para frenar el ataque.
Golpe a una discoteca
Ayer, lunes 25 de julio, dos personas murieron y 16 resultaron heridas en un tiroteo registrado en una discoteca para adolescentes de Fort Myers, estado de Florida.
El tiroteo tuvo lugar cuando la fiesta concluía y los chicos eran retirados del lugar por sus padres. En ese momento, una persona cuya identidad aún no trascendió abrió fuego de forma indiscriminada, desatando el pánico, recordando el dolor de la tragedia de Pulse, el club nocturno gay atacado por un tirador el mes pasado y en el que fueron asesinadas 49 personas.
Masacre en Asia
Nueve personas murieron y otras 24 resultaron heridas luego que un hombre armado ingresara con un cuchillo en un centro para discapacitados en Japón durante la madrugada del 25 de julio.
Por el hecho, la Policía en Sagamihara, en la prefectura de Kanagawa ubicada a unos 40 kilómetros del sudoeste de Tokio , arrestó a un sospechoso de 26 años, que había trabajado antes en el lugar.
“Yo quiero deshacerme de los discapacitados de este mundo”, habría dicho el atacante.
Muerte en una iglesia
Esta mañana, dos hombres armados con cuchillos ingresaron en una parroquia de Normandía, tomaron como rehenes a cinco personas, entre ellas monjas, y degollaron al sacerdote del lugar en un nuevo acto sangriento que golpea a Francia .
La unidad de intervención de la Policía abatió a los dos secuestradores según informó el portavoz del Ministerio del Interior.