Que las cosas personales se queden personales
¿Te has peleado con tu pareja? No metas a nadie más en ello. Tus amigos o tu familia no tienen nada que ver en tu relación. Y sobre todo, ten mucho cuidado con lo que publiques en Internet. Hoy en día demasiadas personas toman Facebook o Twitter como un diario íntimo, llegando a compartir sus intimidades y las de su pareja con todo aquel que este en las redes sociales.
Pequeños detalles que hacen la diferencia
Demostrar a tu pareja que es importante para ti se puede hacer todos los días con pequeñas atenciones: prepararle el cepillo de dientes por la mañana, o una taza de café, dejarle una nota escondida en sus cosas, llamarla una vez durante el día solo para saber cómo está, dejarle el último trozo del delicioso plato que estás disfrutando en el restaurante sin que te lo pida…
Un poco de contacto físico
No todo se resume al sexo. La intimidad de una pareja tiene muchos aspectos, y la intimidad física también. Un abrazo inesperado, o empezar a bailar en mitad de la cocina mientras estabais preparando la cena o fregando los platos permiten recordar y reforzar el vínculo.
Decir “Te quiero” y “Que tengas un buen día” cada mañana
Estáis en esto juntos. Ambos vais a tener un día lleno de obstáculos y esfuerzos. Para empezar el día de la mejor forma posible, el ánimo de la persona querida es una ayuda muy valiosa.
Centrarse en lo que el otro hace bien
A nadie le gusta que le recuerde lo que hace mal. Normalmente, cuando fallamos nos damos cuenta. Es mucho más efectivo apoyar al otro y destacar sus puntos positivos. Y cuando haya un fallo, esperarse un poco, y centrarse en consejos constructivos, solamente si realmente pueden ser de ayuda. Por ejemplo, si a tu pareja se le ha caído algo, no sirve para nada que le digas que tenga más cuidado la próxima vez.
Irse a la cama a la misma hora…y levantarse a la misma hora también (si se puede)
El momento de irse a la cama puede ser un excelente tiempo de complicidad en la pareja. La cama es un espacio muy particular, de relajación, de horizontalidad, el lugar donde se suele disfrutar del sexo o hacer pereza el fin de semana. Irse a la cama al mismo tiempo permiteaprovechar unos minutos muy agradables, abrazarse, hablar, conectar.
Es muy difícil que ambas personas se levanten a la misma hora cuando tienen horarios de trabajo diferentes, pero aun así, merece la pena intentarlo. De esta forma, se disfruta de otro momento en pareja, entorno a una taza de café o a un zumo, y se empieza el día de otra forma.
Confianza y perdón
Cuando una pareja tiene una discusión y no consigue ponerse de acuerdo siempre hay dos caminos: perdonar y confiar o desconfiar y no perdonar. Cuando lo piensas un poquito te das cuenta que si no confías en tu pareja, deberías directamente plantearte que haces con ella. Y si confías en ella, igual puedes tener la apertura de mente suficiente como para perdonar y darte cuenta que lo que haya hecho no lo hizo intencionadamente para hacerte daño.
Cultivar intereses en común
Las parejas felices suelen tener en común algunos intereses, que convierten en una actividad que practican juntos, y que es un momento especial. Puede ser clases de baile, ver juntos una serie de televisión, ir a museos o recorrer senderos, lo que sea mientras sea una actividad privada de ambos, donde disfrutan a la par.
La caja de emergencia
Es una cosa curiosa que me ha parecido interesante compartir. Imagínate que al principio de la relación, cuando todo es maravilloso, te sientes con tu pareja y os ponéis ambos a escribir lo que os gusta tanto de la otra persona, y porque la queréis. Después de pasar un buen rato listando todos esos piropos y sentimientos especiales, ponéis los papeles en una caja, que guardáis a un lado.
Cuando tengáis una gran pelea, de esas donde ninguno de los dos quiere reanudar el diálogo y el ambiente es muy tenso, acordaros que hay una caja de emergencia. Que cada uno coja el papel que escribió sobre el otro y se vaya a un lado de la habitación. Es empezar a leer, y ver las cosas con una perspectiva muy diferente.
Pequeñas grandes sorpresas
Antes comentaba la idea de tener pequeños detalles. Esta idea va más allá. Se trata de crear grandes sorpresas a partir de pequeñas cosas. Una gran sorpresa se puede elaborar de forma muy sencilla, especialmente si consigues rebajar las expectativas de tu pareja. Leí por ejemplo el caso de un chico que simplemente le dijo a su pareja que no podía ir a recogerla al aeropuerto (como solía hacer) por culpa del trabajo. Era falso. Cuando llegó ella, él la estaba esperando con un traje elegante y un cartel a su nombre. Si no hubiera pensado en este truco, la hubiera recogido como siempre y ella no lo hubiese valorado tanto. Eso se puede hacer de múltiples formas, y, reconócelo, puede ser muy divertido usar la imaginación.