1.Tu pareja nunca es el segundo plato: Esto no quiere decir que tengas que dejar todo por ella, sino que siempre has de tenerla en cuenta. Un simple mensaje explicativo, unas normas consensuadas conjuntamente o una conversación donde lleguéis al entendimiento son técnicas que os ahorrarán muchos problemas y discusiones.
2. No tenéis que ser idénticos: No exijas a tu pareja que sea tu doble, ni tu media naranja, que piense igual que tú en todo o haga y comparta todos tus gustos. Esto es imposible y sumamente aburrido. Al fin y al cabo sois dos personas diferentes, y esto es precisamente lo bonito y enriquecedor. Respeta sus gustos y mantén los tuyos, y si hay algunos que podéis compartir, pues mucho más enriquecedor para ambos. Si por algún motivo hay algo que no puedes permitir, por ejemplo si tú eres de izquierdas y tu pareja le encanta la derecha, o lo asumes o lo dejas.
3. No lo compares con tu ex: ¿Hay algo más desagradable que estar escuchando todo el día maravillas de la persona que antes ocupaba tu lugar? Si es tu ex, es por algo. Créeme, hablar todo el tiempo de lo que hacías con él/ella o lo maravilloso que era (y mucho peor hacer comparaciones) no va algo ayudar a tener una relación sana. ¿Te gustaría que te lo hicieran a ti?
4. No intentes dar celos: Eso está bien en la adolescencia, pero cuando somos adultos y queremos una relación sana no podemos ir jugando con los sentimientos ajenos. Recuerda que las relaciones se asientan en la confianza. ¿Quién puede confiar en alguien que se pasa el día tonteando con otros?
5. No le preguntes todo el tiempo si te quiere: Si está contigo es porque te quiere, así de fácil. Las personas tenemos diferentes maneras de expresar el cariño. Intenta ver en las pequeñas cosas el amor de tu pareja. Recuerda que quizás su familia expresaba el amor de otra manera, diferente a la tuya. Cada uno somos de nuestro padre y nuetra madre y por eso no podemos esperar que haga todo como nos gustaría.
6. No le permitas todo: Tan importante es cuidar al otro como cuidarnos a nosotros mismos. Si hay algo de tu pareja que te hace sentir mal, díselo. Pero recuerda que no es un fallo suyo, sino que es a ti a quien te sienta mal.Intentad negociar una solución que os vaya bien a los dos, y si es demasiado doloroso y la otra persona no cede al cambio, quizás lo mejor sea acabar la relación.
7. No des cosas por hecho: A veces esperamos algo de la otra persona porque nosotros lo haríamos así. Vuelvo a repetir, cada uno es de su padre y de su madre. Cada uno tiene su historia y su aprendizaje. No puedes esperar que haga algo porque sí. Si quieres algo, pídelo, coméntalo, propónselo. Sin exigir y desde la calma. La otra persona no es adivina, recuérdalo.
8. No le ataques ni le hables con segundas intenciones: Si tienes que decirle algo díselo desde el respeto. Poner malas caras o hablar con sorna no sirve para nada, excepto para quemar al otro. Sé claro, habla en el tono adecuado, escucha y ponte en su lugar, comprende y negocia. ¿Si alguien te viene gritando y atacando qué es lo primero que haces? ¿Escucharle o ponerte a la defensiva? Pues tu pareja hará lo mismo. El diálogo y la buena comunicación es otra de las bases de una pareja sana.
9. No le critiques ni te rías de él /ella: Una cosa es reírse sanamente, y otra muy distinta la risa y la crítica cruel. Atacar supuestos defectos corporales, o su estilo, su forma de pensar o su forma de hacer las cosas no ayudan a nadie. Nadie es más que nadie, si eres más experto comenta las cosas, pero nunca le critiques ni mucho menos seas cruel. Y si tu pareja te lo está haciendo a ti ten cuidado no estar con un narcisista, porque el problema no lo tendrás tú, lo tendrá el otro, y este tipo de personas es mejor tenerlas lejos. No manipules ni devalues, y si ya lo haces, obsérvate, puede que estés escondiendo algún tipo de complejo de inferioridad o problema interno.
10. No interrumpas su intimidad: Todos tenemos derecho a tener nuestro mundo íntimo, nuestra parcela donde nadie entre. Respeta la de tu pareja y conserva la tuya. Recuerda que es fundamental y saludable tener uno o varios espacios donde el otro miembro no entre, porque en el caso de que la relación se acabe estos serán vuestros apoyos…